ANTICONSTITUCIONALIZACIONALMENTE ESTUPIDO

Si estas buscando una web y por equivocación pulsas la página 10 de resultados del google, entrando aquí, entonces es que este es tu sitio. El destino, tu atrofia muscular en las manos o la pura o puta mala o buena suerte han dado con tus huesos en este "usted está aquí" y sabes de sobra, aunque no logras expresarlo con palabras, que contra eso no se puede bregar, así es que es mejor que te dejes llevar. A lo mejor sacas algo en claro, aunque sólo sea el no sacarlo.

Nombre:
Lugar: Spain

viernes, mayo 27, 2005

DE DÓNDE VAMOS, A DÓNDE VENIMOS: LA INVOLUCIÓN

"El sentido común nos dice que no hay motivo para sentir aprensión antes de emprender una excursión a la costa, o celebrar un cumpleaños, o cambiar de dirección, o encontrarnos con un amigo largo tiempo ausente. Sin embargo, el presentimiento existe: lo notamos en el aire: sabemos, sabemos a ciencia cierta que, debido a cualquier circunstancia aparentemente trivial, tendremos que sentarnos a pasar cuentas con nuestro destino. "

Hostovsky, Egon. “El Complot”
------------------------------------------------------------------------------------------------
DE DÓNDE VAMOS, A DÓNDE VENIMOS: LA INVOLUCIÓN

El cuerpo humano es maquinaria en constante actividad; se guía por impulsos eléctricos y produce en cadena como una gran fabrica, aprovechándose de las economías de escala para llegar a un punto óptimo de autosuficiencia; y en sus regurgitaciones genera excedentes residuales que son inmediatamente eliminados del mercado orgánico. Son varios los procesos de retirada de elementos defectuosos que tienen lugar en este microcosmos obrero. Uno de ellos se da a conocer como “estornudo”, que se exterioriza con un gesto brusco y en ocasiones de corte epiléptico de la cabeza, de arriba a abajo, acompañado de un berrido onomatopéyico de gran amplitud de tonos y volúmenes dependiendo de la carcasa expeledora, y de la eyección de pequeñas partículas acuosas.
Pues bien,¿ sabían que esta propulsión se lleva a cabo a una velocidad aproximada de 100 kilómetros por hora? ¿un golpe de viento que con dimensiones meteorológicas sería capaz de derribar el árbol que ve cada mañana al despertar desde su ventana insonorizada?
Imagine por un momento lo que hubiera ocurrido si nuestro constructor, en un momento de aciaga confusión, hubiese malinterpretado las claves de elaboración del producto, tergiversando los mapas del proyecto y equivocando el orden de cada pieza, y sumido en el caos hubiese colocado en la lista de funciones vitales del organismo la de “estornudo”, situando en cambio “respirar” en la lista de funciones residuales, y dando a cada una el cometido de la otra.
¿Se percatan ustedes de la odisea que representaría entonces la vida para cualquier ser humano? Salir a dar un paseo por la plaza del pueblo o bajar a tomar un chato a la tasca del barrio sería contado entre la hazañas de los más grandes héroes de la historia, todo un reto teniendo en cuenta que para vivir sería condición absolutamente necesaria estornudar cada tres segundos y enfrentarse a cada paso a una tremenda fuerza (recordemos que tendríamos en todo momento un viento en contra de unos 100 kilómetros por hora). Ben jonson se habría retirado definitivamente del atletismo tras dar positivo en el control antidopping al que tuvo que someterse justo después de dejar el récord del mundo de los 100 metros lisos por debajo de los cinco minutos.
Y que decir de aquel desgraciado que tuviese por nombre el del Hijo de Dios…no sabría quien le estaría llamando a cada instante y perdería sin duda el juicio a los pocos minutos de nacer (- achisss! - Jesús! –¿me llamaba?!!…por dios padre, aparta de mi este cáliz!!)…y esa es otra, ningún debate llevaría a acercar posiciones ni ningún gran orador calmaría a las masas enfurecidas, ya que todos padeceríamos tartamudeo crónico.
El jachís y el Parchís nunca se llegarían a legalizar y sufriríamos terribles dolores cervicales, además de tener la cabeza el doble de grande de lo normal debido a los chichones acumulados.
Nos veríamos obligados a comunicarnos con un lenguaje tosco y primitivo semejante al de cualquier animal y seríamos totalmente incapaces de emprender acción alguna que implicase el más mínimo control del pulso o el silencio y la concentración necesaria para llevar a buen puerto cualquier estudio sobre cualquier tema, jamas conseguiríamos aprender a escribir ni, por tanto a leer pues no habría el qué.
Seríamos el ser más burdo que jamas hubiese habitado la tierra, andando a trompicones, murmurando incongruencias y copulando frenéticamente mientras nos lamentamos entre un mar de mocos de nuestra miserable existencia… y muy probablemente acabaríamos extingiéndonos en cuanto una plaga de gramíneas llegase a nuestro fangoso poblacho, provocándonos fatales alergias que nos obligarían a respirar constantemente dejando de estornudar y asfixiándonos finalmente entre dolorosos y agónicos estertores de muerte.
Moraleja: No reces nunca a Dios, Alá, Buda o quien pienses que nos puso en este mundo porque tendrá cosas más importantes que hacer y puede que interrumpas la atención que ha depositado en ellas…y solo dios sabe la catástrofe que eso podría originar.

JASAS ©