ANTICONSTITUCIONALIZACIONALMENTE ESTUPIDO

Si estas buscando una web y por equivocación pulsas la página 10 de resultados del google, entrando aquí, entonces es que este es tu sitio. El destino, tu atrofia muscular en las manos o la pura o puta mala o buena suerte han dado con tus huesos en este "usted está aquí" y sabes de sobra, aunque no logras expresarlo con palabras, que contra eso no se puede bregar, así es que es mejor que te dejes llevar. A lo mejor sacas algo en claro, aunque sólo sea el no sacarlo.

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Lugar: Spain

viernes, agosto 05, 2005

ESQUILEXIA (el sentido de la vida)

Esta es la tristoria de un joviejo que no sabía leescribir. De pequeño confuscaba unas palabras con otras. No era capaz de expresar sus sentimientos con claridez. Cabizbundo y meditabajo recorría las calles, sus ojos reflejaban su destuna. Todie le compredecía, cuanto más enemigable se mostraba con las gentonas, peores resultantes obtenía. Empezaron a tomarle como un locuerdo cualquiera, haciendo mefa y bofa de él, trantándole cual ponzofia. Desolido y deseccionado acudió a mapá y pamá, pero ellos tammucho le comprentendieron. A mayorudo se preguntaba si era intranjero, si procedía de otro plamundo. Copo a copo fue perdiendo la chabeza e inventó un amigo ficticiario con quien entrecambiar quietudes. En ocasiones, excluso se fundían en uno, y la gentonalidad más fuerte posvalecía sobre la más débil. El amigo ficticiario le enseñó sopa a sopa como eran las gentonas, sus cualidades y sus talidades, hasta que un buen día se dio cuenta de que el problema estaba en ellos. Era él el que no comprendía a los demás, y no al revés, porque ellos eran los que no lograban expresar lo que pensaban. Y deambulaban por el mundo engañándose unos a otros, hablando siempre en un segundo idioma con los demás, guardándose el primero para ellos mismos. Tanto había sido así a lo largo de la historia, que ese primer idioma ya nadie lo volvió a entender. Ahora, el chico sabía que tenía un secreto con su amigo imaginario, un secreto que era inconfesable…inconfesable porque aunque lo revelase al mundo, nadie sabría nunca a que se estaba refiriendo.
JASAS